Hoy en día siguiendo la tradición, la gente opta por hacerlo en artificial para evitarse el trabajo de comprarlo o recogerlo natural, lo adorna con lazos, luces, piñas, y muñecos o símbolos navideños.

Los adornos y bolas que se cuelgan actualmente del árbol fueron creadas en el siglo XVIII por los sopladores de vidrio de Bohemia cuando aún no se conocía la luz eléctrica y crearon para el Árbol de Navidad las bolas de cristal que reflejaban la luz de las lámparas de velas y producían un bello aspecto de luz propia.

Las velas representan un elemento propiciatorio capaz de purificar, iluminar y fecundar ilusiones y esperanzas.

Las bombillas eléctricas que han sustituido a las velas simbolizan la luz del mundo.

A la herradura se le atribuye el poder de proteger y dar suerte.

Las piñas, símbolo de inmortalidad, representan un canto a la esperanza en el futuro.

Las campanas tienen una función purificadora y protectora y expresan el júbilo navideño.

Las manzanas representan un elemento mágico dotado de capacidad propiciatoria para lograr la abundancia de todo lo indispensable.

La estrella del árbol representa la estrella de belén.